jueves, 13 de febrero de 2014

EMAIL E IMAGEN

No sé si os habéis puesto a pensar en esto.
Cuando una persona, si tiene un cargo con responsabilidad, pues con mayor motivo, envía emails a otras personas de la organización, adquiere importancia qué tipo de emails envía porque las personas que los reciben, a través de esos correos se hacen una imagen (equivocada o no) de la persona emisora.
Si un líder envía permanentemente emails de entretenimiento, o emails de temas tecnológicos, o emails de agradecimientos, o emails de proyectos innovadores, o emails de problemas surgidos, o emails de órdenes a ejecutar… esa persona va a adquirir una imagen que será la que sea, la que su manera de gestionar el correo le haya proporcionado.
En una primera fase es importante controlar estas acciones, de manera que los envíos de emails se hagan con equilibrio, con el ritmo adecuado por cada tema de envío. Ya en una segunda fase, más intencionada, más buscada, se puede regular la naturaleza de los emails enviados en función de la imagen que se quiera dar a las personas receptoras de la organización.
Hay que cuidar mucho este aspecto cotidiano de la gestión del correo porque un uso inadecuado o descuidado puede generar mala imagen, o, por el contrario, una utilización planificada  puede ayudar al desarrollo de un liderazgo eficaz.

Se trata de dar importancia a algo que parece que no la tiene.

sábado, 8 de febrero de 2014

ALIANZAS CREATIVAS


Creo cada vez con más convicción que las alianzas entre diferentes organizaciones son vitales para que éstas puedan avanzar hacia objetivos más ambiciosos. Incluso pienso que es un caso de supervivencia. Hay que dejar a un lado los objetivos  individuales de las organizaciones para dar paso a objetivos compartidos por éstas. Evolucionar de Cuadros de Mando propios de cada organización a Cuadros de Mando comunes a diferentes organizaciones que trabajan colaborativamente. A diseñar procesos y equipos de trabajo integrados por personas de diferentes organizaciones.

Hay que trabajar combinaciones creativas de diferentes organizaciones hasta dar con una que aporte, que genere nuevos objetivos, mucho más ambiciosos, objetivos que  trabajando de una manera individual jamás habrían aparecido y, que, por tanto,  llevarían a la organización a continuar  gestionando sus mismos indicadores, de ámbito más acotado y de naturaleza seguro que menos innovadora. Es momento, sin duda, de objetivos de sector, de comarca, de País,… objetivos mucho más sociales.

Pero, estas alianzas requieren otra forma de colaboración, de negociación, mucho más generosa, menos arrogante, menos individualizada, con más visión del mercado, del País, dejando a un lado los intereses particulares y apostando a que alcanzar los objetivos compartidos redundará en beneficio de las organizaciones aliadas.
Y para desarrollar combinaciones creativas de organizaciones, no voy a ser nada original, necesitamos personas creativas en las organizaciones. O, al menos, personas normales que no anulen a las personas creativas de su organización.

En Euskadi tenemos, desde siempre, una cultura del asociacionismo muy arraigada pero nos falta dar el salto mortal para combinar esas asociaciones y buscar retos diferentes, productos diferentes, que den lugar a resultados espectaculares, sin duda.

Y siempre es buen momento para dar ese paso.