Creo que hay un factor clave a la hora de que un equipo
funcione: la ilusión. No sirve de nada conformar equipos valiéndose exclusivamente
de criterios técnicos, de conocimiento, de experiencia, de inteligencia,… si no
se tiene en cuenta la ilusión con la que afronta cada uno de los integrantes
del equipo una nueva andadura de la organización.
La ilusión la trae cada integrante del equipo pero… la
ilusión hay que regarla cada día, hay que verla crecer, hay que cuidarla, hay
que hablarla… para que la organización posea el ingrediente al que se
aferrará en los malos momentos y le ayude a seguir adelante y, del que, en los
buenos momentos se valdrá para navegar a todo trapo.Cuando no seamos capaces de crear ilusión en la organización será un buen momento para dejarlo. Sin ningún género de dudas.