sábado, 18 de mayo de 2013

PRESTIGIAR LA FP


Leo entre los objetivos de la dichosa LOMCE (posible futura ley de Educación) que, uno de ellos, se refiere a la modernización de la Formación Profesional. Una pequeña reflexión al respecto.
Para modernizar, para prestigiar, para dar credibilidad, para convencer acerca de la Formación Profesional, evidentemente, no basta (espero que no haya nadie que piense lo contrario) simplemente con una ley, con un decreto, norma u orden. Para que la Formación Profesional forme parte de las familias o de una sociedad, como un amigo, como un recurso, como una herramienta, como parte de su vida, es imprescindible la colaboración diaria de todos los agentes desde sus respectivas ubicaciones profesionales.

Es obvio que el articulado de una ley puede marcar un camino (exitoso o ruinoso) pero, sobre todo, es indispensable que:
  • Los Centros de FP sean instituciones comprometidas, creíbles, ambiciosas, no solamente conocedoras de su entorno industrial sino participantes activos de su actividad, y con una visión de País, de desarrollo económico, con el foco puesto en el empleo de los jóvenes y en su aportación a la competitividad de las empresas.
  • Las familias, la sociedad confíe en el sistema de FP como una apuesta estratégica, seria por ayudar a jóvenes y mayores a mejorar su vida. Que no vean en la FP un vía muerta, sin resultados, vana, inútil.
  • Las empresas cuenten con los titulados en FP para mejorar su competitividad, por su calidad tecnológica, por sus valores, por sus competencias, por sus destrezas, por su capacidad para aportar valor. Que cuenten con los centros de FP para mejorar sus procesos productivos, su conocimiento, …
  • Las Administraciones cuenten con los centros de FP y con sus personas, con sus profesionales, con todo su saber hacer, con las críticas y propuestas de mejora, …
  • Los medios de comunicación (prensa, radio, televisión, redes sociales,…) saquen portadas positivas sobre la FP, entrevistas a responsables, empresas, trabajadores; difundan los proyectos innovadores de los centros de FP, critiquen actuaciones mejorables, en definitiva, lleven a los hogares, empresas, administraciones, personas, el día a día, los objetivos, los proyectos, los resultados, … del sistema de Formación Profesional.
Y, aún con todo esto, será difícil conseguir que la sociedad perciba en la Formación Profesional una vía clave en sus vidas, profesionales y personales. Pero, es el camino, un camino que en Euskadi lo vamos recorriendo no sin dificultades pero con la contribución de todos. Los resultados son muy buenos pero los excelentes están por llegar.

A esto se debería referir lo de modernizar y prestigiar la FP, una labor de País; de sus personas.