sábado, 27 de febrero de 2010

CONTROL e-MOCIONAL

No sé si solo son percepciones mías, pero a raíz de la mayor utilización (y por tanto, dependencia) de las TICs en las organizaciones (Outlook, Skype, Moodle, Intranet, aplicaciones propias,…) por parte de las personas, está surgiendo un nuevo efecto, que, en ocasiones me recuerda a ese pequeño monstruo que llevamos dentro y que a veces suele salir, por ejemplo, en los incidentes de tráfico. Me estoy refiriendo a que para ciertas personas puede ser difícilmente controlable la tensión que ocasiona el fallo o no correcto funcionamiento de estas TICs. Puede ser una sensación de ira, de qué pasa con este ordenador, de aquí no funciona nada, de qué estará haciendo el responsable del mantenimiento informático, de ya decía yo que, de así no se puede trabajar,…

Y claro, esa bajada de satisfacción, que la es, supone un riesgo que igual hay que gestionarlo adecuadamente.

Estamos acostumbrados a hacer evaluación de riesgos, tal vez de otro tipo (qué hacer si pierdo determinada subvención, qué hacer si pierdo clientes…) pero esto también puede suponer un riesgo a tener en cuenta y, como tal, a evaluarlo. Y en ese qué puedo hacer, además de las lógicas medidas técnicas (correctivas y preventivas), se puede trabajar la minimización de su impacto, educando a las personas en (educación vial en el caso del tráfico) control de sus emociones, en confianza en sus compañeros/as, en madurez emocional (inteligencia e-mocional). De la misma forma que podemos realizar simulacros de determinadas situaciones de emergencias, ¿por qué no preparar, formar a las personas en ese (auto)control de la situación con simulaciones de fallos informáticos?

Como para hacer una encuesta de satisfacción después de un día donde no ha ido el correo

lunes, 15 de febrero de 2010

RITMO DE AVANCE

Yo creo que cada organización, dependiendo de varios factores, pero entre los que se encuentran las personas que la componen, tiene su ritmo de avance, mayor o menor, pero su ritmo. En una organización pueden influir (de hecho influyen) numerosos agentes externos o grupos de interés con los que interactúa, en forma de nuevos proyectos, nuevos planes, nuevos cambios, en los que la organización debe ¿tomar parte?.
¿A qué precio?
El equipo directivo debe conocer cuál es el ritmo asumible por su organización y, por tanto, tomar decisiones tambien en función de esta información. Todos sabemos que un cambio, un proyecto, no será eficaz, si no es asumido por las personas, por mucho que nos empeñemos.

Yo, os propongo una manera sencilla de estimar este ritmo.

Se trataría de listar en 3 columnas los cambios, proyectos, planes, que tienen lugar cada curso. En la primera columna estarían los más sencillos, entendiendo por sencillo, que ha sido o es perfectamente asumible por las personas porque apenas supone esfuerzo mental o psocológico. En la segunda columna los cambios un poco más complicados, y, en la tercera columna los que suponen una mayor implicación de las personas. A las del grupo 1 les damos el valor de 1; a las del grupo 2 les damos un valor de 3; a las del grupo 3 les damos un valor de 9.
Estos valores serían la intensidad de cada cambio o plan.
Multiplicando el número de proyectos por su valor obtendríamos el esfuerzo realizado durante el curso (por ejemplo, en MARISTAK, 2x1 + 3x3 + 2x9 = 29 unidades de energía).

Pero claro, ¿y el precio?. A este valor le multiplicamos por el Grado De Satisfacción de las personas (por ejemplo, en MARISTAK, 29 x 7,7 = 223,3 unidades de energia por persona).

Así que, de esta manera sabemos que nuestro ritmo de avance es 223,3. Registrando este valor todos los años sabríamos en qué valores de ritmo nos movemos.

Sería función del Equipo Directivo (enmarcándolo en su Plan Estratégico) tratar de aumentar este valor. Pensar que tambien incluimos el GDS, y que un valor bajo nos llevaría a valores tambien bajos del ritmo de avance. En fin, que analizando sus valores e interpretándolos se podría tener una información muy interesante.

¿Cómo andáis de ritmo de avance?