sábado, 27 de febrero de 2010

CONTROL e-MOCIONAL

No sé si solo son percepciones mías, pero a raíz de la mayor utilización (y por tanto, dependencia) de las TICs en las organizaciones (Outlook, Skype, Moodle, Intranet, aplicaciones propias,…) por parte de las personas, está surgiendo un nuevo efecto, que, en ocasiones me recuerda a ese pequeño monstruo que llevamos dentro y que a veces suele salir, por ejemplo, en los incidentes de tráfico. Me estoy refiriendo a que para ciertas personas puede ser difícilmente controlable la tensión que ocasiona el fallo o no correcto funcionamiento de estas TICs. Puede ser una sensación de ira, de qué pasa con este ordenador, de aquí no funciona nada, de qué estará haciendo el responsable del mantenimiento informático, de ya decía yo que, de así no se puede trabajar,…

Y claro, esa bajada de satisfacción, que la es, supone un riesgo que igual hay que gestionarlo adecuadamente.

Estamos acostumbrados a hacer evaluación de riesgos, tal vez de otro tipo (qué hacer si pierdo determinada subvención, qué hacer si pierdo clientes…) pero esto también puede suponer un riesgo a tener en cuenta y, como tal, a evaluarlo. Y en ese qué puedo hacer, además de las lógicas medidas técnicas (correctivas y preventivas), se puede trabajar la minimización de su impacto, educando a las personas en (educación vial en el caso del tráfico) control de sus emociones, en confianza en sus compañeros/as, en madurez emocional (inteligencia e-mocional). De la misma forma que podemos realizar simulacros de determinadas situaciones de emergencias, ¿por qué no preparar, formar a las personas en ese (auto)control de la situación con simulaciones de fallos informáticos?

Como para hacer una encuesta de satisfacción después de un día donde no ha ido el correo

3 comentarios:

  1. Se ha estropeado la fotocopiadora, nos hemos quedado 2 horas sin internet, el cañón del aula xxx no funciona, la red del taller de informática no va....

    A mi me parece que la mejor manera de gestionar este tipo de inconvenientes es reflexionando acerca de la "trascendencia" excesiva con la que afrontamos a menudo el día a día.

    Hace pocas semanas una gran nevada ha paralizado durante tres días todas las actividades públicas (transporte, escuelas...) en Washington, dejando a muchos miles de funcionarios en casa. Cuales han sido las consecuencias? Las desconozco, pero no han sido noticia.

    Creo que un poco de reflexión y mucho sentido común pueden ser suficientes para minimizar las "molestias" que generan este tipo de imprevistos.

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  2. La cuestión es que ante una situación de fallo informático, las personas reaccionan de manera muy distinta. Entre ellas, hay personas que no pierden el control, tienen recursos para solventar el imprevisto (y no me refiero a técnicos), pero sobre todo, y es donde quiero hacer el énfasis, confían en que hay personas tratando de solucionarlo y, por si fuera poco, las animan y reconocen su esfuerzo. Yo creo que no es fácil evolucionar hasta este punto de madurez personal. No es cuestión únicamente de dejar transcurrir los años, hay que facilitarlo mediante la puesta en marcha de dinámicas de simulación.

    Se pueden redactar protocolos, preguntas, reflexiones a recordar ante una situación como la descrita, antes de perder el control. Estas pérdidas de control aceleran el deterioro del clima. Una respuesta reflexionada alimenta la sensación de solidaridad y de confianza entre las personas.

    Ejemplo: provocamos un fallo en el Outlook, personas seleccionadas previamente anotan las reacciones de las personas, tanto técnicas como personales. Una vez recogidos los datos analizamos tanto el tipo de reacción, su intensidad, el número de personas,… Después redactamos un decálogo con las reacciones negativas o riesgos, y, a su lado, la actividad propuesta. Esto se explica en una reunión general. Si se ve que hay alguna reacción generalizada, habrá que incluirla en el Plan de Formación del Centro.

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  3. Me apunto a la prueba piloto del fallo en el Outlook. ¿Cuando la ponemos en marcha?

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