domingo, 21 de abril de 2013

LIDERAR


Para ser capitán de un barco, líder de una organización, no basta con sacar el trabajo del día a día, con gestionar e incluso resolver los problemas que puedan ir presentándose. Esa labor la harían el 80% de las personas de la organización si en un momento dado tuvieran que asumir la responsabilidad de liderar la organización. No, no es eso. O, al menos, no debería tratarse únicamente de eso si la organización pretendiera navegar con orgullo en los mares de la globalización y de la competitividad.
El líder entiendo que debe ilusionar a las personas, promover proyectos, delegar compromisos, asumir compromisos, convencer a las personas, participar en los equipos, arriesgar en las decisiones, disponer de alternativas ante posibles fracasos, saber levantarse, aglutinar a las personas en pos de objetivos,…
Y eso no puede hacerlo el 80% de las personas de la organización. Seamos serios a la hora de elegir líderes en nuestra organización porque, de lo contrario, navegaremos en la vulgaridad y el mar nos tragará.

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