sábado, 5 de febrero de 2011

INESTABILIDAD

Cuando se trata de gestionar una organización, y, por lo tanto, estamos hablando de personas, suele ocurrir algo que es evidente, que aparecen problemas, temas a resolver, conflictos, …de modo que una reacción natural y que en un momento dado parece que nos puede ayudar es la de pensar en que tras la resolución de este o aquel problema vendrá la paz. Empleamos energías en tratar de ir resolviendo los conflictos con la esperanza puesta en que, tras ello, ese estabilizará la situación social y de funcionamiento de la organización, y en consecuencia, se podrán dedicar las fuerzas en planificar nuevos rumbos y objetivos.

Mi opinión es que tal vez no sea buena estrategia. En ocasiones puede ser interesante pero la mayoría de las veces no ocurre que tras la resolución y finalización de un problema, venga un tiempo de sosiego, sino más bien, un nuevo campo de discusión mayor que el anterior.
Por eso, creo que en vez de emplear una estrategia de resolver los problemas esperando que tras ello se estabilice la organización, sería interesante tratar de entender que la inestabilidad de las organizaciones es algo natural y que por consiguiente lo que deberíamos hacer es dirigir esa inestabilidad según nuestros objetivos.

Por ejemplo, entre determinadas secciones o departamentos de una organización existen, por distintos motivos, ciertos recelos o desconfianzas. Una estrategia sería la de tratar de resolver este problema que tantos quebraderos de cabeza está ocasionando, pensando que su resolución traerá mayor paz social en la organización. Efectivamente puede ser así, pero la realidad, que es muy tozuda, nos dice que el instante siguiente vendrá con nuevos problemas. Lo que os planteo es que, siendo conscientes de ese problema, y asumiéndolo como algo natural a la organización, tratemos de dirigirlo según estrategias internas. Diseñar, dentro del Plan de Creatividad de la organización, una actividad que suponga la interacción de los departamentos, utilizando inteligentemente esa rivalidad, tanto para obtener retornos importantes como para moldear el problema actual hacia otro estdaio diferente.

En definitiva, la organización controla esa inestabilidad, ese problema, redirigiéndola por caminos planificados en beneficio de la propia organización.

No se trata siempre de esperar resolver los problemas puesto que sería un empresa baldía. Pensemos en generar acciones creativas que utilicen el problema para que crezca la organización.

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