martes, 14 de abril de 2009

FORMACION DE LAS PERSONAS

Las personas de cualquier organización deben estar permanentemente formadas puesto que las expectativas de los clientes son cada vez más dispersas y más exigentes. Todos tenemos expectativas distintas a las de hace muy pocos años años: queremos que los móviles tengan muchas prestaciones, queremos saber qué son las redes sociales donde se mueven nuestros hijos e hijas, queremos descargar música desde Internet,... Los clientes, es decir nosotros mismos, evolucionan y cambian. Por eso, las personas de las organizaciones deben tener conocimientos diferentes a los propios de su cualificación profesional, que les hagan, primero dotar de una mayor autoestima y segundo, que puedan disfrutar la satisfacción de que, gracias a ese nuevo conocimiento, destreza, competencia, colaboran a que la organización sea más competitiva. Pero cuidado con agotar y quemar a las personas con la formación. La organización tiene que ser tremendamente inteligente para saber caminar por el camino de la eficacia. ¿En qué se deben formar las personas? ¿Quién decide el contenido de la formación? ¿Cómo se mide el retorno de la formación?
En la próxima entrega trataré de dar mi opinión a estas y otras preguntas.

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