miércoles, 29 de septiembre de 2010

PROBLEMAS

Un buen modelo de gestión reduce el número de problemas o conflictos que puedan generarse en una organización entre los diferentes grupos de interés que lo forman (entre personas, entre personas y líderes, entre líderes, entre personas y proveedores,…). Me explico, en una organización cuyo modelo de gestión no sea eficaz, surgen numerosos problemas inesperados, es decir, no previstos. Sin embargo, si la organización se gestiona con un buen modelo, los problemas que brotan son los previstos, incluso los deliberadamente generados.
Si no se trabajan las necesidades de un colectivo determinado (por ejemplo, inmigrantes) surgirán numerosos problemas y todos ellos serán imprevistos y graves. Si por el contrario se gestionan esas necesidades de una manera planificada y estructurada (tal y como se expresan en los modelos de gestión de referencia), se prevendrán con antelación tales desajustes y se dispondrá de respuestas adecuadas. Pero hay, además, organizaciones que generan voluntariamente problemas (por ejemplo, que determinadas personas de la organización aprendan rumano, incluyéndolo en el Plan de Formación) para, de esa forma, mejorar su gestión.
Se trataría de pasar de una situación de “sufrir problemas serios e inesperados” a otra de “crear problemas deliberadamente”. En el medio, toda una dedicación a la mejora.
Por eso, es normal escuchar que en las organizaciones bien gestionadas el nivel de conflicto es pequeño.

sábado, 4 de septiembre de 2010

RITMO DE AVANCE (II)

En mi reflexión de Febrero sobre el Ritmo de Avance de una organización explicaba con un ejemplo cómo podría ser su cálculo. En dicho cálculo, uno de los factores era el GDS de las personas. Me gustaría comentarlo desde otro enfoque.
Evidentemente creo que uno de los objetivos clave de toda organización debe ser el GDS de sus personas. Pero me voy a mojar un poco más, yo creo que si una organización alcanza algunos de sus objetivos estratégicos pero el precio es un GDS de sus personas inferior a 6, es decir, ha sacrificado la adecuada gestión de sus personas en pos de alcanzar unos determinados objetivos estratégicos (por ejemplo de naturaleza más económica), esa organización ha comenzado un nefasto (y adictivo) camino hacia la deshumanización, la desconfianza y la oscuridad.
No por el hecho de conseguir un objetivo estratégico la organización avanza. Darle una vuelta a este tema del ritmo de avance. Creo que merece la pena.